miércoles, 29 de abril de 2009

Análisis estructural de una foto actual.


Lo que voy a relatar carece de un tinte fascista, nazi, segregacionista o discriminante.
Considero que para lograr un progreso a nivel país, hay que ser realistas y en base a ello operar en la realidad madre bajo las circunstancias que se presentan.
Hace ya un mes que no tenía trabajo, no teman, no voy a preguntar si tienen algún conocido.
En el día de hoy lo conseguí.
Después de largas entrevistas, tuve una que fue grupal.
Aquí me detengo para referirme a que de 5 personas que constituían el conjunto, dos eran colombianas.
Difícil situación de pensamiento.

Pensé en la América unida, pensé en la revolución latinoamericana, la hermandad de los pueblos, en Bolívar, San Martín, las palabras de mi padre, la realidad de mi país.
Mi postura ideológica es claramente socialista.
Sostengo que el conjunto de la sociedad es el fin de las políticas económicas, las cuales deben ser inclusivas y deben regular el equilibrio de los sectores sociales.
Creo haber encontrado mi corriente dentro del socialismo, el Socialismo Realista.
Crisis capitalistas, malas políticas, falta de inversión, corrupción son algunas de las problemáticas existentes para que no exista pleno empleo y mayor cantidad de puestos laborales.
A este punto agrego la fuerte inmigración sudamericana, sin especificar países.
¿Acaso la realidad no indica que la desocupación en Argentina no fue erradicada? Tal vez no se lean los periódicos pero, existe un alto grado de asistencialismo, y esté último se enmascara como cifras de ocupados, mintiéndose la Argentina a sí misma.

El intercambio latinoamericano DEBE existir en cuanto a la formación de un bloque económico, político, cultural, etc que tenga una identidad dentro del sistema impuesto; pero debe hacerse la salvedad de que deben existir también en ese multiculturalismo la defensa de los valores nacionales e identidades nacionales.

Este punto se demuestra en la clara falta de homogeneización de patrones económicos que existe en la región.
Debe existir un control estatal que regule ese intercambio de ciudadanos para que en un futuro no se generen actitudes discriminatorias.
Control concebido como que en una época de la historia argentina en la que estamos mal deben desalentarse las políticas migratorias; no negando la entrada y radicación en el país, sino que es necesario quién va a entrar en el país, qué va a aportar en esta tierra.Sin reglas claras se distorsiona un proyecto que puede salvar a una región entera.
Sin saberlo con nuestras políticas migratorias contribuimos a la degradación de los países latinoamericanos que expulsan a sus ciudadanos en busca de un mejor pasar económico y llevan al desaire de concretar un proyecto propio; condicionando, además, la posibilidad de progreso de los habitantes de los países que reciben desmesuradamente a estos extranjeros.
Me es inevitable tomar como ejemplo a la Unión Europea y a los Estados Unidos, no es para nada fácil ser legal en esos páises, ser clandestino es más sencillo.

Es tiempo de asumir el tiempo histórico en que vivimos para que de ese modo podamos planificar un futuro concreto y sostenido teniendo como base una realidad concreta hacia dónde ir.

No existe esto en el presente.
Las cosas están muy mal, demasiado mal y ante esa situaciones extraordinarias, las soluciones son también extraordinarias. Teniendo siempre como estandarte los principios fundados en la la Constitución Nacional y tratados ratificados.
No es malo querer al lugar que uno vive.
No es bueno estar en contra de lo que gobiernan el país del que uno es ciudadano y que esa situación se presente como inmodificable.

Socialismo realista.

Para finalizar este texto, también he de referirme a la falta de consideración de las empresas multinacionales que están presentes en la Argentina y la falta de incentivo nacional para que las mismas seleccionen ciudadanos argentinos en sus filas.Punto importante y creo que no discutible porque es un razonamiento lógico.
Conciencia de Nación no es algo utópico y no significa dejar de ser Latinoamericano tampoco.
Para lograr esa tan veces utópica unión continental hay que primero solucionar los problemas internos, para sí disfrutar del orden, la previsión y arriesgar a inversiones, proyectos conjuntos y demás posibilidades.
No hay que caer en el discurso sencillo, bajo, nefasto y inmovilizador de los tildes políticos en base a creencias relativas de libros estudiados muchas veces lejanos, tantas veces distantes.

Socialismo Realista: posibilidad de cambio o involución social.

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